Los alimentos frescos se estropean con facilidad, produciendo sustancias como bacterias y mohos que son perjudiciales si las consumimos y pueden causar enfermedades.
A veces los alimentos en mal estado huelen mal o se ven cambios de color o forma pero otras veces no se percibe si están contaminados.
Por eso el ser humano ha tenido que inventar métodos para conservar los alimentos en buen estado más tiempo. Conservar un alimento es someterlo a algún tratamiento que impida que se estropee mientras no lo consumimos.
Algunos de estos métodos o tratamientos son:
- congelación: al someter al alimento a temperaturas bajo 0, se para el proceso de degradación. Los alimentos congelados demasiado tiempo pueden perder sus propiedades.
- salazón: es uno de lo más antiguos, ya se usaba en tiempos de los romanos y la sal llegó a ser un artículo muy valioso. Consiste en introducir el alimento en gran cantidad de sal para matar los posibles microorganismos, ya que el exceso de sal impide que se desarrollen. El bacalao o el jamón son un ejemplo.
- envasado al vacío: consiste en guardar los alimento en una bolsa hermética al que se le saca el aire. El aire y el agua son lugares en los que viven bacterias.
En el caso de los lácteos, la pasteurización, es el mejor método de conservación si la leche se conserva cruda.
Hay muchos otros métodos como verás en esta ficha.
Cuando el alimento no se ha podido conservar y se estropea, se produce una intoxicación alimentaria.
Para evitarlo debemos tener en cuenta algunos consejos:
- Fijarnos en la fecha de caducidad
- Mantener los alimentos frescos en lugares sin mucha luz, ni calor
- Lavar los alimentos que se comen crudos
- Comer con las manos limpias
- Cocinar bien los alimentos ya que el calor mata las bacterias
- Comprobar a través de nuestros sentidos que los alimentos están en buen estado
- No volver a congelar los alimentos descongelados
Algunos alimentos tienen más riesgo de contaminarse de forma natural, aprende cuáles con esta ficha.