Vaya palabrejas, ¿eh?
Estos conceptos se refieren a palabras de vocabulario que usamos en nuestro lenguaje. La lengua va cambiando a medida que evoluciona la sociedad y se necesitan nuevos conceptos para nombrar objetos, hechos, situaciones... que antes no existían. También ocurre al revés, ya que hay palabras que van desapareciendo o casi no se usan por que ya no existe ese concepto.
Los neologismos son palabras nuevas creadas para conceptos nuevos, es decir, que no existían y, por tanto, no tenían ningún sustantivo que los designase. La palabra automóvil fue un neologismo en el siglo XIX porque no existían los coches, la palabra ciberataque es un neologismo actual porque es un concepto reciente. Es importante que recuerdes que los neologismos son palabras en castellano, es decir, se crea una palabra nueva en nuestro idioma.
Cuando en lugar de inventar una palabra en nuestro idioma, tomamos prestada la palabra ya creada en otra lengua, hablamos de préstamo. Un préstamo es una palabra que usamos como propia pero que hemos cogido tal cual, sin cambiar, de su idioma original. La palabra random, que significa aleatorio en inglés, la usamos tal cual; la palabra suéter, que también viene del inglés, la usamos con escritura española, en lugar de escribir sweater. Cuando NO cambiamos la ortografía, decimos que ese préstamo es un extranjerismo y debemos escribirla en cursiva o entrecomillada. Muchos extranjerismos son innecesarios, como has visto en la viñeta cómica de arriba.
Por último, hablamos de arcaísmo cuando usamos palabras en desuso, vamos, palabras viejunas. No quiere decir que el objeto o concepto no exista, sino que se usa un sinónimo para denominarlo. A veces esas palabras se usan en una determinada región pero ya no es común escucharlas: saya, albarca, alberca, ganapan... ¿sabes lo que son en realidad? Seguro que sí, pero ahora se usan las palabras combinación, alpargata, piscina o tonto.
Vamos a ver el vídeo: