Hasta ahora, sabemos que en un análisis sintáctico, lo primerito que tenemos que hacer es distinguir el sujeto (cuyo núcleo será un sustantivo o un pronombre) del predicado (cuyo núcleo será un verbo).
Esto se puede hacer si estamos trabajando con enunciados oracionales, es decir, oraciones. Si trabajamos con enunciados no oracionales, o sea, frases, no hay predicado porque no hay verbo. Esto ya lo hemos visto. Lo recuerdas, ¿no?
Lo del sujeto es fácil por que lo único que tengo que recordar es que, el sujeto, es quien realiza la acción del verbo.
El sujeto siempre es un grupo nominal (G.N.), por eso siempre será un sustantivo o un pronombre y puede llevar los complementos correspondientes del GN: determinante, adjetivo o el complemento "premium" que va unido con una preposición. Si no te acuerdas, revisa esta entrada del blog.
Seguro que recuerdas, que, en nuestro idioma, el sujeto no es obligatorio porque nuestros verbos se conjugan de forma diferente para cada persona, por tanto, leyendo el verbo ya podemos adivinar el pronombre y la persona a la que se refieren. Cuando eso ocurre, cuando no escribimos el sujeto, no quiere decir que no exista, sino que es un sujeto elíptico.
Vamos a hacer una parada. De momento, repasamos hasta aquí.