La presencia de las personas en los diferentes ecosistemas terrestres ha ido aumentando a lo largo de los siglos.
Como recordarás, las sociedades prehistóricas se componían de pequeñas tribus nómadas, por lo que se desplazaban en busca de comida y recursos y sus efectos en el entorno eran escasos.
Ya en el Neolítico comenzamos a ser sedentarios, gracias a la invención de la agricultura y la ganadería. Para sembrar los cultivos y alimentar al ganado, el ser humano comenzó a modificar el paisaje, el ecosistema para adaptarlo a sus necesidades. A estas sociedades, las llamamos sociedades agrícolas. Los efectos de estas sociedades fueron mayores que en el caso anterior pero no demasiado graves.
Observa ahora esta imagen. Representa el crecimiento de la población mundial desde los orígenes del ser humano en la Edad de Piedra o Paleolítico. Increíble, ¿verdad?
En este otro gráfico se observa el aumento de la población en los últimos 3 siglos y la previsión de crecimiento hasta el año 2100. Somos muchos en el planeta, ¿no?
En la actualidad somos más de7.000 millones de personas (1 billón en inglés, son 1.000 millones) repartidos de forma desigual ya que hay zonas muy extensas muy poco pobladas, como los desiertos y los polos.
Nuestra sociedad se basa en el consumo y, cada vez más, en el consumo de productos desechables. Esto requiere producir mucha cantidad pero, sobre todo, requiere gran cantidad de recursos que solo la naturaleza nos puede ofrecer porque, recuerda, la materia ni se crea, ni se destruye, solo se transforma.
Nuestra sociedad, la sociedad tecnológica, está originando una serie de problemas que van en aumento y cuya solución cada vez es más compleja.
Algunos de los problemas más visibles son los siguientes:
- Construcción: la urbanización de áreas que antes eran espacios naturales, provoca la destrucción de estos ecosistemas, la tala de árboles, transformación en espacios de cultivo...
- Alimentación y materias primas: para satisfacer las necesidades de alimentación de la creciente sociedad, hacen falta cada vez más recursos naturales. Lo mismo pasa con el consumo excesivo de las materias primas que se usan para fabricar los objetos más cotidianos que van desde la ropa y los platos de la cocina, hasta los teléfonos o los coches.
- Contaminación: el uso y consumo de ciertos materiales genera una gran cantidad de residuos que no se descomponen de forma natural como sí ocurre en los ecosistemas. Esto está generando grandes cantidades de basura que contaminan el agua, el suelo y el aire.
- Insolidaridad: los recursos naturales están en mano de los países o empresas más ricas cuyo objetivo es seguir enriqueciéndose sin importar los efectos en las sociedades y medios naturales que los rodean.