Sustancias puras: aquellas que están formadas por un único tipo de materia. El oro, el agua, el cobre… son sustancias puras, su materia no puede descomponerse.
Mezclas o disoluciones: aquellas sustancias que están formadas por dos o más sustancias puras, a las que llamamos componentes. La leche con cola-cao, el bronce, una galleta… son mezclas.
Mezclas homogéneas: también se les llama disoluciones. Son aquellas en las que no podemos distinguir los ingredientes a simple vista. Las mezclas tienen propiedades específicas diferentes a las de sus componentes. Hay disoluciones de varios tipos:
Gaseosas: el aire que respiramos está formado por varios gases diferentes como el oxígeno, el nitrógeno, el dióxido de carbono…
Sólidas: una tableta de chocolate tiene varios ingredientes.
Acuosas: son mezclas en las que el componente principal es el agua líquida como ocurre con el agua de mar.
Aleaciones: son mezclas de metales cuyo resultado tiene propiedades distintas de los componentes originales; el bronce es una aleación de cobre y estaño.
Mezclas heterogéneas: son las mezclas en las que podemos distinguir los ingredientes fácilmente o con un microscopio. Una ensalada, el granito de la encimera de la cocina o un tazón de cereales con leche, son ejemplos de mezclas heterogéneas.
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